EI 29 de septiembre de 2018 debutó Vinicius con la camiseta del Real Madrid, con solo 18 añitos. Aconteció en el Bernabéu. Casualidades del calendario, fue precisamente en un derbi ante el Atleti del Cholo. Lopetegui le concedió los últimos cinco minutos, pero fueron suficientes para que la grada bramara en dos arrancadas del joven jugador brasileño.
La afición blanca supo desde ese día que Vini era un jugador distinto, desguionizado, un futbolista diferencial si le das confianza y un lastre si le ninguneas y no valoras su talento natural para desbordar en el uno contra uno y para romper líneas defensivas por su velocidad y su desborde eléctrico.
Desde entones han pasado dos años y cinco meses, hasta consumar el lunes en Valdebebas su partido oficial número 100 de blanco. No lo pudo celebrar con una victoria pero sí con un gol salvador, que recuerda al que metió Higuaín al Espanyol en el minuto 90 en el Bernabéu, o el de Roberto Carlos al Recreativo en el 92′ o el de Van Nistelrooy al Zaragoza en La Romareda en el 91′. Todos acontecieron en la famosa Liga del Clavo Ardiendo (2007). Por eso, muchos seguidores blancos se aferran a ese gol agónico de Vini ante la Real para creer que todavía la conquista de la Liga es factible.
El caso es que Vinicius sigue luchando por ganarse la confianza de Zizou. Esta temporada salvó los tres puntos ante el Sevilla en el Pizjuán y el lunes otro ante la Real. El técnico francés sabe que Hazard no está (y casi ni se le espera) y que Asensio está varado en la colina de su aparente conformismo. Con el regreso de Rodrygo, muy del gusto de Zinedine, el marsellés debe mojarse. Poner a uno de los dos en el Wanda junto a Benzema o incluso a los dos, en un 4-3-3 ambicioso que demuestre que es una final en la que al Madrid sólo le vale ganar. Vini ya se la lió al Atleti en el Wanda forzando un penalti. Su sueño es ser titular en este derbi.