Cuando Oblak salió a blocar esa pelota, el árbitro ya con el silbato en la boca para anunciar el descanso, no sabía que la primera parte caería como un ladrillazo sobre sus guantes. Si había empezado mandón el Atleti apenas quedaba ya rastro, tanto delantero para una triste ocasión. El Getafe hacía un rato que […]