Si a algún jugador no se puede dejar sólo dentro del área es a Christian Stuani. Y el Zaragoza lo hizo y pagó las consecuencias. El uruguayo recogió un centro medido de Sarmiento para rescatar un punto y así castigar a unos aragoneses que se olvidan de ganar. El Zaragoza, eso sí, por fin, pudo ponerse por delante en el marcador en un partido este curso gracias a un efímero Vada (entró en el 67’, marcó en el 70’ y en el 88’ se fue lesionado), aunque no hay manera. Se le hizo largo el duelo y suma, como el Girona, un punto que no le cambia, ni mucho menos, la vida. Michel y JIM siguen necesitando crédito.
Michel pidió a sus jugadores que dieran un paso adelante en ataque y Samu Saiz está respondiendo. Es vertical, peligroso en campo contrario y cada vez que se hace con el balón pasan cosas. En el 10’, sin ir más lejos, una acción que lideró acabó en gol de Nahuel Bustos, pero el argentino arrancó en fuera de juego y el VAR lo anuló. El Zaragoza pareció ir de susto en susto en la primera mitad porque en el 45’, el VAR volvió a anular (bien) un gol de Aleix García por manos.
Lo cierto es que el partido estuvo, por momentos, falto de peligro y se cayó en la parsimonia. Sin embargo, en la segunda mitad, el Zaragoza logró mostrar una cara distinta, más incisiva y peligrosa que la del Girona y Vada, tras sólo tres minutos en el campo, hizo el 0-1. El problema para los de JIM es que quedaba mucho tiempo por delante y Stuani, en el 87’, les dejó en la lona. En los últimos minutos el colegiado paró demasiado el duelo (expulsó a Baena y el VAR le corrigió, se quedó en amarilla) y no dio tiempo a más. Un punto y todos infelices.