El Atlético ha vivido del gol de sus centrocampistas durante la última quincena. El conjunto rojiblanco ha visto como en los últimos cuatro partidos sus medios han hecho cinco de los siete goles del equipo. Mientras el tridente ofensivo formado por João Félix, Morata y Diego Costa no está en forma, la segunda línea ha asumido la responsabilidad anotadora para no descolgarse de la pelea por la Champions y para adelantarse en la eliminatoria contra el Liverpool por 1-0.
Y Saúl Ñíguez ha sido un jugador capital para esos objetivos. El ‘8’ logró el gol de la victoria contra los reds, siendo el más listo en el área y aprovechando un balón suelto tras un córner que remató con la pierna derecha para superar a Alisson. Un tanto capital para viajar a Anfield con la moral intacta ante el vigente campeón de la Champions y para visitar uno de los estadios más complicados del mundo en plena crisis de resultados como visitante.
Además, Saúl añadió un tanto precioso en la visita al RCDE Stadium para rescatar un punto contra el Espanyol. El canterano colchonero enganchó una volea desde fuera del área sin dejar caer el balón tras el despeje de la zaga blanquiazul y soltó un zambombazo imposible para Diego López. El ‘8’ consiguió su cuarto tanto del curso, el tercero en Liga tras los logrados contra el Athletic en la décima jornada y ante Osasuna en la 17.
Pero más allá de los goles, Saúl es un jugador fundamental para Simeone. El comodín del Cholo, ha repuntado de cara a puerta centrado en aportar jugando en el medio, su puesto natural. Desde Mestalla, cuando fue el tercer lateral izquierdo del partido contra el Valencia tras Lodi y Arias y vio como Ferrán Torres hacía una escabechina por su costado, no ha tenido que volver a desplazarse a un puesto donde juega cuando le toca, pero no se siente cómodo.
Saúl es el jugador de campo con más minutos en el Atlético (3.210) y ve cómo sólo le supera Oblak (3.156). El cuarto capitán colchonero es uno de los intocables de Simeone junto a Thomas, Koke, Lodi y actualmente Felipe y Correa. Pese a que su rendimiento no ha sido el óptimo durante el curso, su trabajo es básico en el esquema del Cholo, que le desplaza entre el doble pivote y la banda según el rival.
Contra el Liverpool formó el cinturón de seguridad rojiblanco en el medio junto a Thomas, mientras que ante el Villarreal comenzó en la banda izquierda para que Koke y Thomas fuesen los mediocentros. Con el gol de Alcácer volvió a formar pareja en el medio junto al ghanés, y fue clave en la presión para acabar llevándose la victoria. Acabó con 13 recuperaciones y un trabajo físico que sólo él se lo puede dar. Saúl había perdido su pegada, una de sus principales características, pero ha recuperado el gol en un momento fundamental del curso. Parece que en los últimos partidos ya no sufre el mareo que le supone jugar en hasta cuatro posiciones diferentes en un mismo partido y se ha centrado en su función como recuperador y llegador del equipo, donde sí es un jugador top.