Lo que está viviendo el camiseta de futbol Inter Milan barata en este verano tiene pocos antecedentes en la historia del Calcio y del fútbol en general. Los nerazzurri en mayo estaban celebrando un histórico scudetto, que rompió la racha de la Juventus tras nueve títulos seguidos, pero la alegría de aquellos días es un recuerdo muy, muy lejano.
En los últimos meses las dificultades económicas del grupo Suning y de la familia Zhang causaron varios rumores sobre los sueldos no pagados y la inminente venta de pesos pesados. El exnerazzurro Eder, que vivió en primera persona la quiebra del Jiangsu Suning, ha ido avisando en estos meses sobre lo que se avecinaba. En mayo escribió: «Han tirado el gran trabajo de mister Conte porque deben percibir 100 millones. Del fútbol y de los trabajadores no les importa nada«. El delantero, que le echó sal a la herida (“Me equivoqué: eran 100 millones más”) adelantó lo que iba a ocurrir, pero la realidad ha superado las expectativas.
Después del adiós de Antonio Conte (sustituido por Simone Inzaghi), llegaron el de Achraf Hakimi (al PSG por 60 millones más 11 en variables) y, en estos días, el más doloroso: Romelu Lukaku. Las primeras declaraciones del belga al volver al trabajo hicieron pensar en que los italianos conservarían a su líder (autor de 64 goles en 95 partidos), pero los 115 millones del Chelsea cambiaron la historia. Mientras el club busca sustitutos (Dzeko y Correa son los nombres más cotizados), el enfado de los tifosi sigue creciendo.
Los ultras primero ‘amenazaron’ a la directiva con una pancarta cerca de la sede de la entidad («Cuidado, hay que cumplir con las promesas») y luego se desahogaron con el enorme mural de Lukaku en los alrededores de San Siro. Los hinchas lo arruinaron con pintura negra y dejaron otro mensaje muy claro: «Nos habéis tocado todos los huevos«.
Durante el amistoso con el Parma del domingo se escucharon otros insultos hacía Zhang, pero también se vio una pancarta distinta: «Míster y jugadores: esperamos unión, sudor y compromiso«. A pesar de las decepciones de este triste verano, en el fondo, el proyecto del Inter sigue y la plantilla (sobre todo si, como está asegurando el club, Lautaro se queda) es todavía competitiva. Toca pasar página, y hacerlo muy pronto: hay un scudetto que defender.