El Girona sigue sin desprender lucidez en su juego, pero su efectividad y competitividad le están catapultando. Ya suma cuatro triunfos este curso. Mamadou Sylla firmó un doblete que hizo estéril el gol del incombustible Rubén Castro y se bastó para dejar en la lona al Cartagena. Los albinegros acabaron fundidos y mucha culpa de ello la tuvo Forniés. Su expulsión en el 38′, con 1-1, fue mortal.
Este encuentro estaba marcado por el regreso de Stuani, pero el uruguayo parece gafado este curso. Francisco le iba a dar la titularidad y finalmente unos «problemas físicos» durante el calentamiento le dejaron en la grada. Nahuel Bustos apareció entonces junto a Mamadou Sylla en ataque. La noticia corrió como la pólvora y no poder contar con Stuani hizo que sus compañeros se pusieran el mono de trabajo desde el inicio. Y avasallaron al Cartagena. Los de Borja Jiménez salieron con una marcha menos y, en el 7′, ya se vieron por detrás en el marcador. Dejar pensar a Samu Saiz en el centro del campo es un pecado y puso en vuelo a Mamadou Sylla, que hizo el 1-0. Definió a la perfección en el mano a mano con Martínez. Tras el tanto, el Girona siguió merodeando el área rival, pero encontrando ya la oposición de un Cartagena que parecía levantarse de la lona. Y en el 23′ llegó el 1-1. Rubén Castro, que pasaba por el área, probó fortuna al esperar el rechace de Juan Carlos tras un tiro de Cayarga y tuvo premio. El balón le tocó en el pecho y acabó entrando en la meta gerundense.
Con el partido igualado, las pulsaciones bajaron hasta que, en el 38′, Forniés se saltó el guion. Estando de espaldas, en el centro del campo y sin el balón, le soltó el brazo a Cristóforo y el colegiado no dudó en expulsarle por agresión. Un tanto rigurosa, pero no hubo ningún tipo de corrección. Con uno menos, Borja Jiménez mantuvo la calma y Cayarga estuvo apunto de firmar el 1-2 tras una acción ‘maradoniana’ de Elady. Ramalho se cruzó en su camino y lo evitó.
Tras el descanso, el Girona, como no podía ser de otra manera al jugar con uno más, se lanzó al ataque, aunque el Cartagena le puso el miedo en el cuerpo con las ocasiones de Delmás y Elady. Fueron dos sustos que alivió Juan Carlos y desde entonces ya se vivió un monólogo rojiblanco. Los centros laterales eran una constante y, en el 67′, llegó el que encontró una fisura en el muro albinegro. Calavera colocó el balón en el área y Mamadou Sylla lo cabeceó de manera excelente. Ramalho, dos minutos después pudo hacer el 3-1, pero no tuvo precisión. Al final, el cansancio hizo mella en un Cartagena que acabó con nueve por la roja a Martín en el 93′. Los tres puntos se los queda un Girona que mira hacia arriba.