Kubo es otro con Japón

Kubo es otro con Japón. Después de un año complicado, en el que no logró la continuidad deseada ni en el Villarreal ni en el Getafe, el madridista se ha reencontrado consigo mismo con su selección. Justo eso buscaba el club blanco, que hizo una excepción: mientras que no permitió que Vinicius o Rodrygo fueran con Brasil, sí accedió en el caso de Kubo. La razón es que consideraban que sería un golpe anímico duro para él dejarle fuera de unos Juegos Olímpicos en su país y, a la vez, podía servir para que recuperara la confianza perdida en el pasado curso.

Así ha sido. Kubo es el líder indiscutible de su selección, formando una sociedad con Doan que permite soñar a los nipones con el oro. Su carta de presentación en el torneo fue fantástica: tres goles en los tres primeros partidos. En cuartos no marcó, pero volvió a ser importante (jugó todo el partido, prórroga incluida). En Japón encuentra el protagonismo que reclama para desplegar su fútbol: juega por detrás del punta, con libertad para caer a ambas bandas y siendo la pieza por la que pasa todo el juego de ataque.

Futuro

El madridista tomó una decisión valiente: esperar hasta después de los Juegos para decidir su futuro. Confiaba en reivindicarse. Una moneda de dos caras, porque rechazó ofertas por esperar. Su sueño, que aún no descarta, es convencer a Ancelotti para quedarse en el Madrid esta misma temporada. Es complicado. En caso de tener que salir, la Real Sociedad es el club que más opciones tiene. Alguacil confía mucho en él y a Kubo le atrae la filosofía del club. Le quisieron al acabar la temporada (también el curso pasado) y, tras su actuación en Tokio, el interés ha aumentado. Tiene más ofertas pero ahora mismo, si sale nuevamente cedido, Donosti es su preferida.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *