La negociación por Mbappé está bloqueada, pero no porque el Madrid haya parado la maquinaria del fichaje sino porque el Paris Saint-Germain camiseta sigue sin responder a la segunda oferta del club español. Desde Chamartín creen que se agota el tiempo material para realizar el fichaje (Mbappé está concentrado con Francia y ni siquiera podría pasar el preceptivo reconocimiento médico) y ya contemplan que Kylian venga gratis total la próxima temporada. No es lo que quiere Florentino, que ha hecho todo lo que está en su mano, ni tampoco lo que quiere el jugador, que se ha enfadado con el PSG por ni tan siquiera contemplar la oferta blanca. Pero es lo que hay.
La situación es contradictoria porque los dos que quieren hacer el fichaje, el Madrid y Mbappé, son los que van a perder dinero, por decirlo de alguna manera. Y resulta que el PSG, que es el único que sacaría beneficio económico si la operación se hace ahora, es que el da la callada por respuesta. Si Mbappé fichase por el Madrid en el último día de mercado, el PSG ingresaría 170 millones de euros, más otros diez en variables. Eso lo pondría el Madrid, y el jugador, por su parte, dejaría de percibir la prima de fichaje que sí tendrá en enero. Pero si algo le sobra al PSG es dinero, y además creen, erróneamente, que conseguirán hacer cambiar de opinión a Mbappé en los próximos meses. No será así. El futbolista quiere jugar en el Real Madrid.
Los contactos entre clubes han sido indirectos, por medio de intermediarios, puesto que como se ha explicado en este periodico, la relación entre el PSG y el Real Madrid se ha deteriorado a cuenta de la Superliga. Al-Khelaïfi, no hace tanto amigo de Florentino, traicionó la confianza de sus socios en la Superliga, y desde entonces ya nada es lo mismo. Por fortuna para el Madrid, lo que opine Al-Khelaïfi, y por extensión Leonardo, es irrelevante en el ‘caso Mbappé’. Sólo cuenta lo que diga el emir de Qatar, Al-Thani, con quien Florentino prefiere negociar directamente. Pero Al-Thani no ha aparecido. Y es difícil que lo haga el último día de mercado, aunque nadie descarta un golpe de escena del emir, muy dado a este tipo de sorpresas. Quedan sólo 24 horas para el desenlace. Ahora sí, tic-tac, tic-tac…