Ya iba a ser uno de los grandes protagonistas del Espanyol en esta trigesimoctava jornada. Primero, porque viene de participar activamente en los seis últimos goles del conjunto perico, ya sea transformándolos –cuatro, incluyendo su ‘hat-trick ante Las Palmas en 13 minutos y 13 segundos– o brindando asistencias –dos, el pasado domingo, ante el Málaga–, hasta el punto de que este jueves fue designado mejor jugador del mes de abril en LaLiga Smartbank. Y segundo, porque a nadie se le escapa que Javi Puado regresa a La Romareda, donde actuó en calidad de cedido buena parte de la temporada pasada, y donde entró siendo una promesa y salió siendo un futbolista profesional con todas las de la ley.
Pero es que la baja inesperada de Raúl de Tomás, que este miércoles dio positivo en COVID-19, convierte al canterano en el gran referente ofensivo del Espanyol. Juegue en la punta, lo haga partiendo desde la banda izquierda o más centrado, será el máximo goleador perico de entre los disponibles, con 11 dianas, además de ocho asistencias. Y si el día ya hubiera sido especial para él en cualquier circunstancia, por el reencuentro con el Real Zaragoza, lo que lo ha convertido en único es que subirá el Espanyol matemáticamente a Primera División en caso de empate o de victoria. Cosas del destino, o no, se puede decir que Puado guarda un ascenso desde hace casi un año en una taquilla de La Romareda.
Tras materializar cuatro goles y cinco asistencias en 21 jornadas, pero sobre todo tras haberse convertido en uno de los baluartes del conjunto blanquillo desde su llegada a préstamo, en noviembre de 2019 por la lesión de larga duración de Raphael Dwamena, a Puado le sucedió justamente lo que le acaba de ocurrir a Raúl de Tomás: dio positivo en COVID-19 el 29 de julio de 2020, a las puertas en aquel caso de la última jornada y de una promoción de ascenso en que no pudo participar.
El Real Zaragoza, incapaz de anotar un solo gol en los dos encuentros, cayó contra el Elche de José Rojo ‘Pacheta’, pero nunca se podrá saber qué habría ocurrido con el atacante sobre el terreno de juego. Ahora la vida y su propio esfuerzo le deparan una segunda oportunidad, en el mismo escenario pero con otra camiseta. La que una vez dejó de vestir temporalmente para volver siendo un futbolista de Primera.