Marco Asensio tiene un idilio con la Champions cuando la competición europea entra en su fase decisiva. Lleva ocho goles y siete de ellos han sido en las rondas eliminatorias (tres en octavos, dos en cuartos, uno en semifinales y otro en la final). Sólo uno lo ha marcado en la fase de grupos, aunque también resultó especial: fue ante el Legia de Varsovia el 18 de octubre de 2016 en su debut en la máxima competición continental. Cumplía en ese encuentro su cita con otra de sus especialidades: marcar en su estreno en un gran torneo.
Contra el Liverpool, el balear volvió a su mejor versión. Jugó por la derecha (su demarcación preferida) y consiguió el segundo tanto de los de Zidane. Fue un gol con valor doble, porque mezcló entrega y calidad. Estuvo atento en la presión, forzó el error de Arnold y superó a Alisson con un toque sutil. Frente a los ingleses, Zizou le pidió entrega en defensa por la vocación ofensiva de Robertson y Asensio cumplió en las dos áreas.
Ese gol contra los red supuso también un récord personal en su carrera como profesional: es la primera vez que encadena cuatro encuentros consecutivos marcando. Había marcado también contra Atalanta, Celta y Eibar. En esos dos primeros encuentros fue suplente y se reivindicó con goles desde el banquillo. Una puntería que le sirvió para recuperar un puesto en el once que ahora es innegociable.
Los rivales europeos ante los que logra los goles son de enjundia: dos al Bayern (en los cuartos de la 2016-17 y en las semifinales de la 2017-18), dos al Ajax (en los octavos de la 2018-19) y el que le hizo al Atalanta en la actual edición. Los momentos de la verdad motivan a Marco.
Momento dulce
Estas buenas actuaciones suponen una reivindicación para el balear, que ha vivido momentos complicados en la actual temporada. Era la de su regreso después de una larga lesión de rodilla y ha vivido los altibajos lógicos después de una inactividad tan larga. Sin embargo, Asensio ha sentido que en esos momentos grises ha recibido críticas excesivas, cuando es algo común después de salir de una operación.
Ahora, está repleto de confianza y dispuesto a rendir a su máximo nivel en el momento en el que más le necesita su equipo. También tiene en mente un objetivo muy especial: acudir a la Eurocopa del próximo verano. Sabe que cuenta con la confianza de Luis Enrique y, si se hace indiscutible en el Real Madrid, tendrá su sitio también con La Roja.