Un muy discutido y ajustado penalti de Aitor Sanz sobre Brandon dio los tres puntos al Málaga y aleja de la tercera posición a un Tenerife que no sacó petróleo de su abrumador dominio de la segunda mitad. Los malagueños, sobre todo en la segunda mitad, hicieron fortuna de su trabajo defensivo pero apenas genero ocasiones. Mollejo tuvo el empate en la recta final. Los malagueños mantienen el mito de la inexpugnable Rosaleda.
Como suele suceder los dos entrenadores trataron de sorprender al oponente. Sorprendentes ausencias iniciales del inglés-venezolano Shashoua y el francés Mellot, uno de los goleadores de la semana pasada en el Tenerife. En el Málaga José Alberto apostó por Brandon en la banda izquierda por Antoñín y el talento de Jozabed por detrás del delantero, el joven Roberto y primera titularidad de Iván Calero.
A los 2’ el árbitro anula un gol a Javi Jiménez por fuera de juego de Brandon en una jugada anterior. El Tenerife no se esconde y llega con facilidad a la zona local. A los 10’ Rubén echa fuera un potente derechazo en buena posición. Tres minutos después el árbitro decreta un ajustado penalti por derribo de Aitor Sanz a Brandon discutido por los jugadores de Ramis. El mallorquín lo transforma en el 1-0. Los insulares no se arrugan y a los 20’ Juande rebaña un balón en el área pequeña cuando Mollejo se preparaba para fusilar.
Con el marcador a favor el Málaga administra su presión alta y tras pérdida para cerrar espacios a las contras tinerfeñas con sus avispas Elady y Enric Gallego siempre dispuestos para el torpedeo. A los 39’ Sipcic pide el cambio por lesión. En su lugar entra el ex del Cádiz Sergio González. A los 45’ tras un poderoso saque de banda de Javi Jiménez Juan Soriano manda a córner un cercano cabezazo del inquieto Brandon preludio del intermedio con ventaja blanquiazul.
Los primeros compases de la continuación ofrecen tanteo. El Tete asusta a los 52’ con un soberbio centro lateral del estadounidense Moore que Enric Gallego no controla pese a estar dentro del área chica. Esbozo de que el Málaga vuelve a ceder terreno a su adversario en lugar de ir con decisión a doblar su ventaja. Son minutos de juego embarullado por ambos bandos, con imprecisiones y poca lucidez creativa. En esta situación Ramis saca a los reservados Shashoua y Mellot por Moore y Rubén Díez.
Los de José Alberto, con el paraguas abierto, se encomiendan al factor sorpresa en las botas del omnipresente Brandon o algún fogonazo de Paulino. Con el control de la bola, los insulares buscan boquetes en el entramado malaguista. Juan Soriano se ha quedado sin trabajo y a los 68’ entra Ramón por Jozabed .
Decididamente el Tenerife domina y quiere el empate con el Málaga mirando a un reloj que, en sus planes, corre muy despacio. Cada falta lateral es una puñalada, cada parón, oxígeno. A los 80’ José Alberto, que ha sido amonestado (es un partido de enorme tensión) pone sobre el verde a Kevin y Sekou por Roberto y Paulino.
Los minutos finales vienen a ser un monólogo del Tete que abusa del juego horizontal y no encuentra recursos con los balones bombeados. A los 87’ Brandon, autor del gol y que no ha parado de correr, es cambiado por Antoñín. Casi paralelamente Mollejo lanza cruzado un balón que sale lamiendo el palo izquierdo de Dani Martín. Susto monumental para la parroquia malaguista. La presión tinerfeña es agobiante y a los 89’ tras una salida en falso de Dani Elady no remata a tiempo porque se le adelanta Juande. El Málaga ha renunciado al ataque. Kevin y Antoñín son laterales defensivos. El primer disparo en toda la segunda mitad de Ramón coincidió con el pitido final. El Málaga sigue firme en La Rosaleda y el Tenerife retrocede en su ambición por ser tercero.