Desde el 5 de octubre, el último día de mercado, Umar Sadiq (1997, Kauna, Nigeria) aterrizase en el Almería, no ha pasado desapercibido. Que fuese el sustituto de Darwin Núñez, ayudó a ello, así como los cinco millones de euros (que pueden ser nueve según bonus) que el club rojiblanco abonase al Partizán de Belgrado por un joven delantero que aún no había demostrado nada en una de las ligas fuertes de Europa. Los cinco años de contrato que rubricó dejaron bien claro que era una apuesta fuerte. Y aunque las primeras jornadas no empezó como titular mientras terminaba de adaptarse, Gomes le dio el rol de titular indiscutible, participando menos que otros en sus particulares rotaciones (sólo Cuenca y Balliu han jugado más que él).
El nigeriano es un tipo peculiar. Su aspecto torpón ha sido objeto de algunas burlas, denunciando incluso en marzo de 2013 vejaciones por parte de Gerrard, quien fuese su entrenador en el Rangers. A pesar de su juventud, desde el primer momento cogió la presión, asegurando en sus primeras declaraciones como rojiblanco que un gran proyecto debía tener un gran delantero. La presión que se autoimpuso le pasó factura, notándose demasiado ansioso durante el primer tramo liguero, errando ocasiones que en condiciones normales no debiese. Gomes le echó un capotazo de manera pública y aseguró cuando aún no se había estrenado que llegaría a la quincena de goles.
Sus compañeros también le arroparon tanto en la intimidad del vestuario como de manera pública. A mitad de noviembre ante el Mirandés se reencontró con el gol 442 minutos y seis partidos después y no lo celebró, dejando una de las imágenes de la temporada con Balliu haciendo de capitán sin brazalete cogiéndole de la cabeza y animándole. Ya llevaba golpeando fuerte a la puerta, pero fue ayer ante la Ponferradina cuando la derribó con un doblete en menos de media hora. El Día de la Hispanidad de 1996 UIsmael Izurzun lo logró tan rápido en Segunda en un Las Palmas 3-4 Real Madrid. Sadiq, que, por entonces, ni había nacido, lo logró ayer. Aún no se había visto su presión, juego de espaldas, desmarques tanto de apoyo como de ruptura y sus particulares conducciones.
«Es un punta muy pesado para los centrales cuando aprieta al contrario y tiene calidad, es muy fuerte y le gusta hacer goles, saber hacerlos. Hay que darle cariño ayudarle en lo que haga falta para mejorar En los malos momentos le dimos confianza», dijo ayer Gomes, mientras que el jeque comentó en Twitter que si hubiese fallado el tercer tanto, hubiese roto su televisor (ya reventó una pantalla durante el confinamiento al recibir un gol en el FIFA en un partido benéfico). En ese gol apareció la esencia de Sadiq, batiendo a Caro después de no marcar a puerta vacía para hacerle tres recortes al meta. Medallista olímpico (bronce en 2016), el Spezia lo reclutó con 16 años, adquiriéndolo la Roma en 2017 por 2’5 kilos, marchándose cedido después al Bolonia, Torino, NAC Breda, Rangers y Perugia antes de marcharse a Serbia, donde el pasado ejercicio materializó 17 goles, participando el último verano en la Europa League. En Almería quiere echar raíces y hacer historia con un ascenso superando las 15 dianas de Darwin Núñez.