Antoine Griezmann no tiene un sitio asegurado en el once inicial del Barça el próximo viernes ante el Bayern. Pese a que Quique Setién ha matizado el 4-3-3 en un 4-3-1-2 para que el francés se aleje de la banda y colabore más en labores de creación y, en definitiva, se sienta más cómodo, el entrenador cántabro le dará vueltas esta semana a la posibilidad de jugar con cuatro centrocampistas puros en Da Luz para equilibrar el equipo y protegerse ante un Bayern que llega mucho por los laterales y los extremos con jugadores como Kimmich, Davies, Perisic, Gnabry, Coman…
Sergi Roberto, Busquets, De Jong y Vidal serían los volantes el viernes. El chileno podría actuar como un falso interior izquierdo que en ataque se movería con esa libertad que tanto le gusta. Sergi Roberto haría el doble lateral con Semedo y Busquets y De Jong tratarían de dominar la parcela central. El Barça podría ganar así superioridad numérica en el centro del campo y descolgar a Messi y Suárez, que no tendrían obligaciones defensivas más allá que asustar un poco con la presión inicial una vez compuestas las dos líneas de cuatro.
Los primeros minutos del partido del Nápoles resultaron inquietantes. Mientras le duró el buen toque, el Nápoles rompió con facilidad la presión del Barça con cambios sencillos de orientación hacia sus laterales, Di Lorenzo y Mario Rui. Los azulgrana se pararon mal en el campo, con muchas dudas tácticas. Resultó sorprendente ver a De Jong incluso mirar hacia atrás en acciones donde tenía cerca el balón preguntándose dónde tenía que posicionarse realmente. Concesiones de ese tipo contra el Bayern serían peligrosas, de ahí que a Setién le pueda salir un perfil más proteccionista. En favor del francés, Griezmann dio oxígeno al equipo ante el Nápoles. Pese a no participar en jugadas de peligro real, sí aireó junto a De Jong a sus compañeros. Supo tener el balón y encontrar espacios interiores, acelerando bien los ataques en la primera parte y acompasándolos en el segundo. Es un jugador de una gran riqueza táctica. No puede descartarse su presencia en el once, pero tampoco que aparezca en la última media hora para darle al equipo alternativas y convertirlo en menos previsible.
El francés, que marcó uno de los goles de su carrera al Bayern en el Allianz Arena con el Atlético de Madrid, ya se ha quedado fuera en algún partido clave de la temporada (Bilbao en Copa, Sevilla y Atlético de Madrid en Liga). Lo cierto es que el resultado tampoco fue satisfactorio para Setién. Pero, con Suárez y Messi intocables, su puesto es el único vulnerable en la delantera y con esa incógnita jugará Setién esta semana.
El Barça ya ganó en el campo del Betis jugando con 4-4-2. Con Suárez lesionado, Setién metió a Vidal en la posición de mediapunta, pero con obligaciones defensivas para equilibrar el equipo. El experimento funcionó, especialmente en la segunda parte. El Bayern son palabras mayores que pueden llevarse por delante del once a Griezmann.